“Reciban nuestro cordial saludo de la Central Única Nacional de Rondas Campesinas del Perú (CUNARC-P), organización de alcance nacional que agrupa a todas las Rondas Campesinas del Perú, descendientes de los pueblos originarios e indígenas.
Las Rondas Campesinas, como forma autónoma y democrática de autogobierno gozan de personería jurídica reconocida a nivel nacional e internacional, mediante el cual se reconocen su capacidad de interlocución con el Estado y demás autoridades de nuestros pueblos. Es así que por más de cuatro décadas venimos contribuyendo a la pacificación nacional, ejerciendo la administración de la justicia basado en el derecho consuetudinario. Asimismo, venimos luchando por la defensa de nuestros territorios, de la vida, así como gestionando el desarrollo desde nuestra cosmovisión. Además de la constante lucha por la moralización de la sociedad.
En estos momentos difíciles no somos ajenos a la realidad del riesgo de la vida y de la salud, frente a la epidemia mundial del COVID-19, que ya cobra miles de vidas. Los gobiernos de cada uno de los países vienen implementado medidas de prevención para impedir el avance de la epidemia, sin embargo, para que esto funcione se necesita que todos pongamos de nuestra parte de forma consciente y disciplinada.
Las rondas campesinas del Perú, frente al decreto supremo Nº 046-2020 del gobierno de turno, que declara el estado de emergencia nacional, a fin de frenar la propagación del COVID 19, declarando la inmovilización social de todas las personas, manifestamos lo siguiente:
Primero: nuestra organización acata disciplinadamente dicho decreto supremo, asimismo asume el control para el cumplimiento de las normas establecidas en coordinación con las autoridades políticas, militares, policiales y profesionales de la salud, conforme lo establece los artículos 8,y 9 de la Ley Nº 27908, Ley de las rondas campesinas.
Segundo: las regiones organizadas en rondas campesinas, desde sus respectivas bases, vienen cumpliendo sus funciones jurisdiccionales, orientando, poniendo orden, controlando la inmovilización social, supervisando la suspensión de todo tipo de eventos sociales en las ciudades, comunidades campesinas, nativas, caseríos y centros poblados en los territorios de las regiones de Puno, Cusco, Cajamarca, Lima, Ancash, Amazonas, San Martin, Loreto, Ucayali, Huánuco, La Libertad, Piura, Lambayeque, Tumbes, Madre de Dios, Junín y Pasco.